By gestionsigwebNoticias
Evalúan nueva tecnología contra ingesta de alcohol de conductores.
Senda revela planes pilotos a partir de 2012:
Aparatos serán capaces de bloquear el motor de un vehículo si el conductor excede niveles legales de consumo.
“The alcohol Interlock Systems” es la tecnología que el Servicio Nacional de Prevención y Rehabilitación de Drogas y Alcohol (Senda), ex Conace, está evaluando para insertar a los métodos de fiscalización de consumo excesivo en el país.
Se trata de cuatro aparatos que medirán la ingesta de alcohol en conductores, cuyos instrumentos son parte de planes pilotos que se pondrán en marcha durante los próximos meses.
El primero es una máquina que se instala en los automóviles particulares, la cual solicita un test de soplido para medir los niveles. Si éstos son excedidos, el motor queda bloqueado y no permite conducir.
El segundo aparato es similar, pero se piensa instalarlo en buses interurbanos y camiones. La diferencia es que el artefacto solicitaría una medición cada cierto trayecto. En ese sentido, Senda aspira a firmar convenios con grandes empresas de transportes de pasajeros y cargas para iniciar métodos de pruebas.
“Estos instrumentos nos permitirán entregar información clave a los conductores que consumieron alcohol y tienen conciencia del peligro que implica manejar en esas condiciones, porque ahora no la pueden obtener”, comenta a “El Mercurio” Francisca Florenzano, directora ejecutiva de Senda.
Agrega que esta tecnología, según la experiencia internacional, es un excelente complemento de otras iniciativas preventivas como reducción de horarios de venta y regulación de la entrega de patentes de alcohol.
Un tercer aparato en estudio apunta también a medir los niveles de ingesta de la bebida, pero de manera voluntaria y en espacios públicos como restaurantes, cervecerías, pubs y bares.
Según Florenzano, esta medida se intentó implementar a fines de los años 90 sin mayores resultados del plan.
El Gobierno no sólo está pensando en sistemas de prevención. El seguimiento de condenados por delitos asociados al consumo de alcohol como violencia intrafamiliar y accidentes de tránsito son prioridad también para los organismos.
Por ello, Senda está analizando adquirir un brazalete electrónico, cuyo aparato tiene la capacidad de detectar si la persona ingirió la bebida, mediante un escáner de la transpiración.
“El brazalete lo estamos pensando como una medida alternativa de sentencia para estos infractores, pues es muy costoso enviarlos a la cárcel”, sostiene la jefa del servicio preventivo.
Este proyecto estará en análisis hasta diciembre, tras revisar toda la documentación y resultados a nivel internacional.
Cada dispositivo tendría un costo que oscila entre los US$ 1.000 y US$ 2.000, cuya tarifa no incluye la mantención y puesta en marcha.
Emol JAIME PINOCHET