By Sin categoría

Plan de gestión, reducción y respuesta de riesgos en caso de emergencias, catástrofes o desastres.

De acuerdo a lo dispuesto en el decreto N° 44 a contar del 01 de febrero de 2025, las entidades empleadoras en Chile deben contar con uno o más planes de gestión, reducción y respuesta de los riesgos en caso de emergencias, catástrofes o desastres u otros eventos o incidentes conocidos, probables y previsibles de naturaleza interna o externa a la empresa y siempre que tengan la capacidad de producir una alteración grave en su funcionamiento, y ello las obliga a las personas trabajadoras de estas contingencias, los mecanismos de actuación frente a ellas y el procedimiento de evacuación y traslado de las personas afectadas.


Es importante considerar en toda su dimensión la Metodología AIDEP, que implica conocer el (A) Análisis histórico; (I) Investigación en terreno (D) Discusión de Prioridades; (E) Elaboración de Mapas de Riesgos; (P) Plan específico de la entidad, es decir no copiar planes de otra entidad empleadora.
Asimismo, aplicar la Metodología ACCEDER, que es el Programa Operativo de respuestas ante emergencias. Esta metodología permite la elaboración de planes operativos de respuesta, con el objeto de determinar qué hacer en una situación de crisis y cómo superarla. Vale decir, la aplicación de ACCEDER no debe esperar la ocurrencia de una emergencia, sino que amerita definiciones anteriores, que deben quedar claramente expresadas en el plan y en el respectivo programa.
Además, el plan deberá ser ensayado a lo menos una vez al año simulando una emergencia real en sus instalaciones.


Ello implica la toma de acciones inmediatas para salvaguardar la vida, la propiedad y el ambiente en una situación de emergencia, lo que implica la activación inmediata una vez ocurrida un incidente derivado de una emergencia Natural; técnica o social y tiene como objetivo minimizar los daños y las pérdidas.


En caso de catástrofes o desastres, el Comité de Gestión de Crisis, debe preocuparse en el manejo de eventos que pueden poner en peligro la operación normal de la entidad empleadora, su imagen o sus relaciones con los clientes, proveedores y otros Stakeholders, en términos de aplicar estrategias de comunicación y de aplicar medidas para minimizar el impacto del suceso en la entidad empleadora, y de recuperar la capacidad operativa de esta, en el menor tiempo posible. Asimismo, es fundamental preocuparse de recuperar la capacidad operativa de la entidad en el menos tiempo posible.