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Tecnología espacial en beneficio de la seguridad minera.

Experto chileno destaca los avances aeroespaciales aplicados a la salud laboral, en especial en los trabajos que se realizan en ambientes extremos como la minería.

Nuestro país cuenta con una geografía diversa, llena de ambientes hostiles y poco aptos para desarrollar trabajos. La minería es quizás uno de los sectores donde sus trabajadores, junto con estar expuestos a constantes peligros de accidentes, deben lidiar con condiciones excepcionales que para muchos serían prácticamente insoportables.

Y es así como quienes se dedican a esta labor deben enfrentar falta de oxígeno, bajas temperaturas, escasa humedad ambiental, elevada radiación, tanto UV como cósmica, paisaje monótono y aislamiento social. Además, estas situaciones pueden generar insomnio, dolor de cabeza, disminución del apetito y mareos, lo que disminuye la calidad de vida y maximiza las posibilidades de sufrir accidentes.

En este contexto, el doctor Claus Behn -médico fisiopatólogo, asesor de la Gerencia de Innovación Investigación y Desarrollo de la Mutual de Seguridad CChC, profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile e investigador responsable del proyecto Fondecyt 1100161, ALMA- destaca los avances aeroespaciales aplicados a la salud laboral, en especial en los trabajos que se realizan en ambientes extremos como la minería.

“La medicina preventiva por excelencia es la medicina aeroespacial porque a los astronautas no les puede pasar nada; entonces se extreman todas las medidas de seguridad y de vigilancia en terreno, y para eso se han desarrollado grandes avances tecnológicos y cantidades de datos que se pueden aplicar al ser humano expuesto en ambientes terrestres”.

Capacidad individual

El doctor Claus Behn explica que los ambientes extremos de trabajo se caracterizan por tener parámetros físicos fuera de lo habitual, que van desde el exceso de altura hasta el aislamiento y monotonía del entorno, pudiendo incidir en la aparición de fatiga y somnolencia y, por consiguiente, en la ocurrencia de errores y accidentes. “Trabajar en condiciones de presión atmosférica, gravedad, temperaturas, humedad o iluminación diferentes de las habituales, pueden afectar en la salud y desempeño de los trabajadores en distintos grados, de acuerdo a la tolerancia individual. En base a las características fisiológicas de cada persona, es posible optimizar la tolerancia a estos ambientes extremos, tanto a nivel individual como colectivo, en beneficio del bienestar, el desarrollo, la seguridad y la productividad”.

Si bien aclara que no existen soluciones mágicas, una de las principales tareas de la medicina es combatir, por ejemplo, los efectos de la hipoxia (falta de oxígeno) en los trabajadores, entre otros, a través de la implementación de barreras antioxidantes, para lo cual señala que es fundamental la ingesta de grandes cantidades de jugos de frutas y verduras frescas. “Esta tendencia sugerida por organismos tan influyentes como la NASA tiene como objetivo ayudar, tanto a principiantes como a experimentados trabajadores, a sobrellevar de la mejor forma los efectos de ambientes hostiles”.

Destaca, por su parte, con preocupación, que los exámenes preocupacionales y ocupacionales que se realizan habitualmente certifican un estado de salud aceptable, que es lo mínimo, pero no indican si un determinado trabajador tiene o no tiene tolerancia a una u otra circunstancia especial de tipo ambiental. “Esta tolerancia individual a un determinado ambiente de trabajo se ha de evaluar en terreno, aplicando metodología miniaturizada desde ya en uso en la exploración del espacio y en parte también en exámenes ambulatorios frecuentes en medicina clínica, como es el caso de la electrocardiografía portátil (sistema holter)”.

Iniciativa pionera

El Centro de Medicina Espacial y de Ambientes Extremos de Berlín (ZWMB en su sigla en alemán), del Departamento de Fisiología del Hospital Universitario Charité, ha desarrollado una serie de métodos fisiológicos innovadores y no invasivos de la tecnología espacial que se pueden aplicar a los trabajadores de las faenas mineras.

Esta institución está proponiendo que las universidades chilenas enseñen a los estudiantes de medicina y minería/geociencias los conceptos básicos de la fisiología del medio ambiente y medicina del trabajo. “Con el fin de promover la formación de recursos humanos en todos los niveles para la minería, se está trabajando en lo que se ha denominado Centro Domeyko”, precisa el doctor Behn.

Cabe destacar que este proyecto chileno-alemán de enseñanza e investigación está siendo liderado por la Embajada de Chile en Alemania, la Universidad de Freiberg, varias universidades chilenas, organismos vinculados a la educación técnica, empresas y otras entidades públicas y privadas.

Modelo experimental

A través del proyecto Fondecyt 1100161, ALMA, el doctor Claus Behn está liderando una investigación para innovar en la prevención de la fatiga en los conductores de vehículos pesados en los observatorios al interior de San Pedro de Atacama. Su objetivo es optimizar la seguridad y el desempeño de estos trabajadores, disminuir su accidentabilidad y aumentar su calidad de vida.

“La fatiga es la principal causa de los accidentes. Un conductor que demora la visión en un segundo, por ejemplo parpadeo lento, implica recorrer 28 metros sin control si el vehículo va a 100 km/hora. Nuestro modelo experimental se basa en la vigilancia in situ e implementación sistémica, con iniciativas como control de fotorrecepción para ritmos circadianos (luz azul); oxigenación de dormitorios; reciclaje de agua con producción de antioxidantes y energía, y educación”.

14 de Junio de 2012

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