By gestionsigwebNoticias
Los líderes deben saber contar historias.
Robert McKee lleva más de 20 años enseñando cómo contar historias. Factor de éxito en el Liderazgo
Su libro El Guión: sustancia, estructura, estilo y principios de la escritura de guiónes ‘la biblia’ de millares de estudiantes de cine y televisión en todo el mundo. Más de 55.000 alumnos, también de todo el globo, han asistido a sus clases. Unos 35 de quienes fueron a sus clases y/o leyeron su libro han ganado el premio Oscar y 164 han un premio Emmy.
Robert McKee lleva más de 20 años enseñando cómo contar historias, pero no sólo a futuros cineastas, también a altos ejecutivos.
“Los grandes líderes, sean hombres de negocios, políticos, generales o artistas, que dirigen un equipo de personas ya sea en un teatro, un laboratorio o una empresa, lo que hacen es contar historias para persuadir a que las demás hagan lo que ellos quieren que hagan”, dice MaKee desde Cartagena, donde asistió el Festival de Cine.
La diferencia sólo radica en el tipo de público. “El liderazgo en los negocios es cuestión de que los empleados, la junta directiva, los inversionistas o su mercado piensen de la forma que usted quiere que piensen, y por lo tanto, que hagan lo que usted quiere que hagan”.
Y según el profesor hay tres formas de persuadir. Una, la coerción. “Puede amenazar a las personas, sobornarlas, halagarlas, asustarlas o seducirlas, pero esto es pasajero y en el momento en que se dé la vuelta, lo atacarán por la espalda y su liderazgo se pierde”.
La segunda manera es usando la retórica, dándoles razones para que hagan las cosas. “El problema es que las personas tienen sus propias razones y conocimientos, y mientras les está dando sus argumentos, ellas están discutiendo con usted en sus cabezas: ‘eso no es verdad’, ‘eso así no funciona’.
Además, en la retórica se tiende a evitar lo que es negativo. “Pero ellos conocen lo negativo porque están en el negocio, así que básicamente lo ven mintiéndoles, no importa cuántas razones les dé”.
Así, la tercera posibilidad es contarles una historia. “Tome las razones que se presentan de forma retórica y conviértalas en una historia, donde el héroe es su empresa, que está esforzándose para sacar un nuevo producto o para expandirse, pero hay muchas fuerzas contra él: la competencia, el gobierno, el mercado… así se dramatiza el lado negativo y se muestra que no es fácil, pero que van a superar todas estas fuerzas adversass para triunfar. De esta manera las razones se absorben sin discusión, y cuando termine la historia los habrá convencido de que hagan lo que quiere que hagan casi sin que ellos se den cuenta”.
Pero esto de pararse enfrente de un público a contar una historia no es fácil y asusta. Y aunque se tenga el talento, a veces se falla por es presentar el material de forma tediosa. “Una de las claves para contar historias en los negocios es tocar las emociones. Eso hacía Steve Jobs. Pero las emociones asustan a los hombres de negocios, quienes prefieren la racionalidad fría. Los grandes líderes toman la información que necesita que las personas entiendan y la entrelaza en una historia en donde se ven involucradas emocionalmente”.
Otro problema es que el líder empresarial enfrenta diferentes audiencias: empleados, accionistas, clientes. “Cuando habla con diferentes grupos debe moldear la historia de acuerdo a lo que ellos conocen, pero no puede contar la misma historia a los empleados, inversionistas o jefes. Así, la historia es guiada por lo que necesitan saber, lo que ya saben y lo que usted no quiere que sepan (información confidencial) con el fin de que trabajen de la forma que quiere, nviertan el dinero que quiere o compren lo que quiere que compren”.
CUANDO HAY QUE HABLAR DE PROBLEMAS
Cuando una empresa tiene que enfrentar un error (un producto defectuoso, una contaminación) o genera resistencia (la del tabaco, por ejemplo), la historia tiene que ser aún más emocional.
“En estos casos, un buen contador de historias sabría presentar a la compañía como un ser humano con el deseo de hacer lo correcto, por lo cual debe admitir los errores –en la medida de lo posible– y proponer lo que harán para enmendar esa situación. Debe pintar un cuadro del futuro diciendo que saben que tendrán dificultades con esto y aquello, pero así es como lo resolverán. La historia debe hacer sentir a las personas que merecen darle una nueva oportunidad a la empresa porque entienden lo que ha pasado, están arrepentidos y son seres humanos que harán lo correcto o tratarán de hacerlo”. La compañía no debe verse como poderosa, sino humana.
Fuente: http://www.portafolio.co
marzo 2 de 2012
Bajar artículo