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Participación laboral de la mujer con alta tasa en solteras y menor en las casadas

Informe regional del Banco Mundial “Trabajo y Familia”:
El nivel de incorporación en la fuerza de trabajo de las solteras llegó a 66,9%, superando a Estados Unidos.

¿Cuánto ha avanzado la región en participación laboral femenina?

“Estimamos que 70 millones de mujeres se han incorporado al mercado laboral desde los años 80 y la participación de la mujer ha subido desde 36% al 52%. Las mujeres representan más o menos el 40% de la fuerza laboral total en América Latina”.

“La mayor parte de la incorporación de la mujer al mercado laboral proviene de las mujeres casadas que tenían una participación muy baja en comparación con los países ricos”.

En los últimos 40 años Chile ha alcanzado logros importantes en la agenda de igualdad entre los sexos, especialmente en el acceso a servicios básicos como salud y educación y derechos humanos, así como en la participación de la mujer en la fuerza laboral, de acuerdo con el informe regional del Banco Mundial sobre la situación de las mujeres.

A diferencia de otros países de la región, Chile comenzó con una participación relativamente baja en la fuerza laboral. En los años 80 llegaba a 28,7%, y a fines de la década pasada a un 43%. “Recién en los 90 y a comienzos de 2000, Chile empieza a tener una participación laboral de la mujer en la dirección de lo que se espera, dado su nivel de ingreso per cápita, y se ha acercado a los estándares internacionales”, dice Augusto de la Torre, economista jefe para América Latina y el Caribe.

El experto participa hoy en la presentación del informe regional “Trabajo & Familia, Mujeres de América Latina y el Caribe en busca de un nuevo equilibrio”, patrocinado por Comunidad Mujer. El informe será presentado también en el encuentro Lacea-Lames, que organiza desde mañana la Universidad Adolfo Ibáñez.

¿Cuánto ha avanzado la región en participación laboral femenina?

“Estimamos que 70 millones de mujeres se han incorporado al mercado laboral desde los años 80 y la participación de la mujer ha subido desde 36% al 52%. Las mujeres representan más o menos el 40% de la fuerza laboral total en América Latina”.

“La mayor parte de la incorporación de la mujer al mercado laboral proviene de las mujeres casadas que tenían una participación muy baja en comparación con los países ricos”.

¿Cómo ha sido la evolución de Chile?

“Empezó con una participación muy rezagada, pero está más o menos en 47% promedio, acercándose a estándares internacionales, pero aún por debajo de lo que se esperaría por su ingreso per cápita”.

“En Brasil, entre el 60% y el 65% de las mujeres en edad de trabajar lo está haciendo, nivel mucho más alto que el resto del mundo, pero la participación no es algo lineal. Cuando los países son muy pobres y los ingresos de las familias muy bajos, las mujeres no tienen otra opción que trabajar, como ocurre en África. En la medida en que los ingresos de las familias aumentan, la participación de la mujer tiende a descender y luego empieza a subir otra vez. En los países ricos, con más ingresos y flexibilidad, las mujeres vuelven a entrar”.

¿Qué características particulares presenta Chile?

“Es uno de los países de la región en donde el evento del matrimonio es más fuerte en cuanto a la decisión de la mujer de participar o no en la fuerza laboral. En 1961, la tasa de participación de las mujeres casadas era de 11,19%, y en 2005 llegó a 36,03%. En Estados Unidos, la tasa subió desde 30,6% en 1960 a un 60,7% en 2005”.

Según De La Torre, el estudio demuestra que hay ciertas normas sociales y culturales que influyen, ya que las mujeres que no tienen educación terciaria o universitaria, pero sí educación primaria y secundaria, tienden a salir de la fuerza laboral al momento del matrimonio (no de tener hijos), en proporciones mayores que otros países de la región. “En 1961, la tasa de participación de las solteras chilenas en el mercado laboral era de 52,7% y subió a 66,96% en 2005, por sobre la de EE.UU., que llega a 66%”, recalca el economista.

¿Cuáles son los desafíos?

“El mayor desafío es ir desarrollando una segunda generación de políticas públicas que sea más sensible a temas de sexo. La primera generación de asegurar igualdad a los servicios básicos y derechos humanos se ha ido completando. Ahora es preciso entender las necesidades de la mujer en el hogar, donde los ingresos han ido mejorando”.

“Se necesita una legislación laboral que facilite la contratación y que se acomode a las necesidades y aspiración de las mujeres, las posibilidades de trabajar desde la casa o tener contratos a tiempo parcial, etc.”.

Mujeres se concentran en rubros de menor productividad

Uno de los aspectos del informe en el cual Comunidad Mujer detecta mayores desafíos para Chile dice relación con la concentración del trabajo de la mujer en sectores caracterizados como de menor productividad, con menores salarios e informales. Este patrón es común en prácticamente todo el mundo, aun cuando la escolaridad de niñas y jóvenes ha tenido progresos importantes, con más del 50% de la población en las instituciones de educación terciaria alrededor del mundo.

Las chilenas escogen ocupaciones en ámbitos relacionados con el área social y educativa, buscando condiciones de trabajo que no interfieran con las tareas de los niños y niñas a su cargo. Los chilenos, en cambio, escogen una ocupación sabiendo que a lo largo de su vida laboral están fuera de casa, serán el proveedor principal y contarán con su pareja para desempeñar tareas de cuidado. De esta forma, los hombres tienden a priorizar su carrera por sobre el espacio familiar, y las mujeres toman la opción contraria.

Desde el marco normativo, se fomenta y perpetúa el modelo de hombre proveedor y madre cuidadora de los hijos cuando, por ejemplo, se impone la obligación de proveer sala cuna sólo en la contratación de mujeres.

Aunque estos patrones estarían cambiando entre las generaciones jóvenes, aún están muy arraigados.

En el país hay carreras altamente feminizadas, como pedagogía, educación de párvulos, enfermería y psicología, mientras las mujeres en carreras como las ingenierías es menor.

Para Comunidad Mujer, la brecha a favor de los varones en los puntajes obtenidos en la PSU debería ser motivo de preocupación permanente. Chile es uno de los países donde la brecha de punta en matemáticas en la prueba PISA es más acentuada.

“Las mujeres con trabajo formal no avanzan con igual probabilidad que los hombres a cargos de más responsabilidad”.

Emol  Lina Castañeda

Noviembre 09 de 2011

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